La fe cristiana ha luchado durante mucho tiempo con las preguntas profundas de la unidad divina y la identidad de Jesús. Mi posición, que estaré articulando en el presente escrito, es una respuesta a esta continua investigación teológica. Se fundamenta en la convicción de que toda la narrativa bíblica, desde Génesis hasta Apocalipsis, es fundamentalmente la historia de un solo Dios, Jehová. Desde esta perspectiva, Jesús no es una persona separada de Jehová, sino la misma encarnación de este que tomó forma humana para extender la salvación a todos nosotros. Esta perspectiva contrasta con las interpretaciones comunes, incluido el apelativo de "Sólo Jesús", que considero incompleto, ya que desvía el foco central de la Biblia del único Dios (Jehová) a Su manifestación terrenal específica (Jesús). Este ensayo presentará una defensa coherente y con base bíblica de esta posición, analizando cómo aborda los problemas teológicos clave y se distingue de otras tradiciones cristianas importantes.